Análisis autobiografías
Alumna: Malena Fabris
Comisión 07
Profesor: Santiago Castellano
Modalidad individual
Primera escritura
Héctor Tizón
Comisión 07
Profesor: Santiago Castellano
Modalidad individual
Primera escritura
Héctor Tizón
Este relato responde a las características canónicas del género ya que todo lo narrado es coherente y continuo.
Se construye una imagen del autor falto de presencia paterna, educado por su abuela y niñeras y criadoras “bilingües, parcas, lloronas, indígenas”.También se lo puede ver como un provinciano de clase acomodada que desde temprana edad viajó por estudios (“Después esa ciudad remota igual a Salta, a Potosí, a Tarija, a Cochabamba y a Catamarca, arropado apenas con doce años de historia personal”). Al fin y al cabo, eligió sus estudios de abogacía estando más interesado en la escritura (“Escribía entonces en un cuaderno“) y en la filosofía (“comencé por el final: por la filosofía del Derecho, no por el estudio de las leyes en sí“), teniendo una vida que no deseaba hasta el día del reportaje (“y comencé a morir, lentamente, hasta hoy”) o en su defecto teniendo un dejo de pesimismo.
Por otro lado, yace en la autobiografìa una estructura cronológica, empezando con su infancia y vida familiar, y terminando describiendo su vida adulta. Creo que los temas principales en esta autobiografía son la sensación de soledad y tristeza que se manifiestan a lo largo del texto. Podría llegar a considerarse también como parte de la soledad el abandono de su padre y la muerte de su abuela. Otro tema importante que subyace a lo largo del texto es la dualidad, entre lo cristiano y lo marrano, entre lo que le interesa (la filosofía y la escritura) y lo que realmente hace (abogacía) y finalmente, entre los dos caminos que se cruzan.
Se construye una imagen del autor falto de presencia paterna, educado por su abuela y niñeras y criadoras “bilingües, parcas, lloronas, indígenas”.También se lo puede ver como un provinciano de clase acomodada que desde temprana edad viajó por estudios (“Después esa ciudad remota igual a Salta, a Potosí, a Tarija, a Cochabamba y a Catamarca, arropado apenas con doce años de historia personal”). Al fin y al cabo, eligió sus estudios de abogacía estando más interesado en la escritura (“Escribía entonces en un cuaderno“) y en la filosofía (“comencé por el final: por la filosofía del Derecho, no por el estudio de las leyes en sí“), teniendo una vida que no deseaba hasta el día del reportaje (“y comencé a morir, lentamente, hasta hoy”) o en su defecto teniendo un dejo de pesimismo.
Por otro lado, yace en la autobiografìa una estructura cronológica, empezando con su infancia y vida familiar, y terminando describiendo su vida adulta. Creo que los temas principales en esta autobiografía son la sensación de soledad y tristeza que se manifiestan a lo largo del texto. Podría llegar a considerarse también como parte de la soledad el abandono de su padre y la muerte de su abuela. Otro tema importante que subyace a lo largo del texto es la dualidad, entre lo cristiano y lo marrano, entre lo que le interesa (la filosofía y la escritura) y lo que realmente hace (abogacía) y finalmente, entre los dos caminos que se cruzan.
Alberto Laiseca
Este texto no se distancia de las características canónicas del género, sin embargo cuenta con una introducción donde aclara la subjetividad de toda autobiografía y esto resulta llamativo.
La introducción da pie también a una imagen del autor que es cauto o inseguro de sí mismo, y su autobiografía muestra que es un hombre que pasó por muchas experiencias. Ansioso de madurar (“No era por ideología, era para seguir un curso rápido de crecimiento“), y problemas de convivencia tanto como con los dueños de la pensión como con los pensionados.
El tema que subyace en el texto es la madurez que se adquiere en el transcurso de la vida a través de la experiencia y del conflicto con los otros.
Me llamaron la atención diversos recursos que parecen tener como objetivo un registro más informal, y tratar de establecer un vínculo con el lector. Ejemplos son “De todas maneras, aquí van algunas cosas” que utiliza para empezar a contar sobre su vida, y el párrafo “Creo que los que más me lo decían (...) el mismísimo Casanova” que lo expresa con sarcasmo.
Osvaldo Soriano
Siguiendo a Juan Carlos Grolier, este texto se distancia de las características canónicas del género en que rompe con esa continuidad y coherencia, y de un solo golpe en este caso (al principio) describe y pone énfasis en cosas que parecen ser irrelevantes. Sin embargo, lo irrelevante pasa a ser relevante, es lo que hace a la autobiografìa, saliendo de lo canónico. Con irrelevantes se puede sobre todo describir a todas las descripciones relacionadas con gatos que hay en el texto, y cómo va uniendo una situación con otra. A su vez, tomando el concepto de Sylvia Molloy, se está contando sobre la misma persona sin necesidad de estar realmente contando sucesos, sino empleando el lenguaje de una forma particular.
Se construye una imagen del autor amante de los gatos y de la literatura. El se siente como un gato (“soy uno de ellos, perezoso y distante”) y hasta podría decirse que siente una unidad con ellos (“Hace cinco meses que ella y yo hemos parado de fumar. Juntos sufrimos la abstinencia.“)
El eje estructural claramente son los gatos.
Hebe Uhart
Este texto responde a las características canónicas del género.
Se presenta a la imagen de la autora como una persona adulta sociable, de pocas convicciones firmes más que la necesidad de tratar bien a la gente. Rechaza las ideas apocalípticas y se la ve a su vez como una persona temerosa ya que se queda siempre en lo conocido y en lo seguro. Esto se manifiesta tanto cuando dice “he leído siempre mucho todo lo que me gusta o pienso que me va a gustar: en ese sentido soy muy prejuiciosa”, con el miedo a volar, o con el premio que necesita darse al ir a hacer alguna gestión administrativa.
Creo que lo que estructura el relato son sus creencias y convicciones, sus temores y prejuicios.
Sylvia Molloy
Este texto sigue las características canónicas del género.
Se construye una imagen de la autora melancólica, fantaseando siempre con Buenos Aires, donde vivió en su juventud, y recordando sus vivencias y a su padre. Probablemente un poco deprimida, tanto por la muerte de su madre como por su edad y la preocupación que le genera la muerte. En su momento fue una persona hosca, triste y curiosa. Sin embargo, por como relata su autobiografía, podría decirse que sigue siéndolo. A su vez se la presenta como una persona insegura: “¿de qué hablaban, en realidad, mi madre y mi tía?“. La escritura, y sobre todo las autobiografías, pareciese ser su forma de descargo (“Estaba destinado (...) el recuerdo de mi padre.”).
Aquello que creo que estructura el relato es la temática melancólica.
Vlady Kociancich
Este relato sigue las características canónicas del género.
A partir de este texto se construye una imagen de la autora marcada por su familia, sus orígenes y sus historias. Parece haber sido criada sobre todo por su abuela materna, quien la inició en la escritura y la lectura. Se la muestra también como una persona con confianza en sí misma y eso ayudó a que llegara a hacer lo que quiso siempre, llenándose así de alegría.
Los ejes que estructuran el relato creo que son tanto sus familias antagónicas, como su proceso en la escritura.
Lo que más me llamó la atención de este relato es la tranquilidad con la que cuenta sucesos fuertes, y sobre todo cómo no explicita los motivos de cada uno de esos eventos.
Ricardo Piglia
Este relato se distancia de las características canónicas del género ya que pasa de una continuidad coherente a una realidad incoherente, inverosímil a partir de un “quiebre”. Este quiebre se da cuando descubre en el ropero del cuarto de Buenos Aires las cartas en respuesta a la primera que encontró.
El relato da la imagen de un autor que por un lado es curioso (por inspeccionar los cuartos de hoteles) y explorador (le entusiasma vivir experiencias y conocer gente nueva). Por otro lado, en cuanto a su forma de narrar, podemos describirlo también como una persona rupturista ya que no respeta el canon del género, y se describe implícitamente de una forma más ficcional.
Aquello que estructura el relato es la doble vida entre Buenos Aires y La Plata.
Repito que el recurso de la ficcionalización dentro de su autobiografía me resulta sumamente interesante.
Rodolfo Walsh
Este relato no sale de las características canónicas del género.
Se crea una imagen del autor como una persona abierta al cambio (“hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces.”), con una mirada crítica (“Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso”), e inseguro y autocrítico con sus textos (“Me callé durante cuatro años más, porque no me consideraba a la altura de nadie.“).
El texto está estructurado cronológicamente y toca temas constantemente como sus actividades y pensamientos.
El recurso que más me llamó la atención es la cercanía que intenta generar con el lector en su modo de expresión y algunas dosis de humor ( “ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba que no me serviría, por ejemplo, para ser presidente de la República.”).
Dámaris Rolón
Este relato se distancia de las características canónicas del género ya que se genera una disrupción al dividirla en capítulos, contando situaciones diferentes y con destinatarios distintos.
La imagen que se construye de la autora es una persona joven, estudiante secundaria probablemente, madura para su edad (“los roles se invirtieron y por un rato tú fuiste niña de nuevo y yo fui adulta.“), cuyos vínculos familiares son fuertes y les tiene aprecio (“Te miré durante las dos horas que duró el proceso.“ diciéndoselo a su abuelo enfermo), y compañera (“Son tres (...) es un hermoso varón”).
Aquello que estructura el relato es la vida familiar y tal vez amistosa/de pareja (no se llega a explicitar el vínculo con la madre del ahijado). Algo que se puede llegar a analizar es la importancia que le da en esta autobiografía a la vida y la muerte, marcado tanto como con su ahijado como con su abuelo. Acompañando este tema, se sostiene como eje los sentimientos de miedo, angustia, tristeza y empatía.
Más allá de los recursos disruptivos que mencioné anteriormente, me gustó y llamó también la atención la forma en que articuló esos capítulos, uniéndolos en trama y generando que el/la lector/a vaya construyendo de a poco la situación.
Inti Caporale Leal-Marchena
Este relato no se distancia de las características canónicas del género.
A partir del texto se construye una imagen de la autora inteligente (“Me acuerdo de mi hermana, Marina, (...) le pedía tarea extra a la señorita”), de hacer las cosas en grupo y sobre todo con la familia (“Siempre entre todos, porque acá siempre fue así”), sociable y familiera (“domingo como hoy, jugando a las basas en familia o tomando una cerveza y jugando al truco con amigos de siempre y de ahora”). A su vez por lo menos en algún momento fue de estandarizar las cosas (“alguien le pintó la manguera a lunares, me ofendí muchísimo, en ese momento las mangueras de los bomberos eran rojas“).
El eje que estructura el texto claramente es la mesa, y los temas que lo rodean son tanto de índole familiar como social.
El recurso que más me gustó y llamó mi atención fue la repetición de la descripción de la mesa al finalizar el texto, al igual que lo hizo al comenzar el texto.
Me gustaron todos los textos pero la autobiografía que me resultó más atractiva fue la de Ricardo Piglia ya que me generó sorpresa la parte “ficcional” y casualmente me resulta interesante que no se describa de la forma más tradicional, sino que lo haga desde su propia forma de escribir.
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Los recursos que tomaría prestados para escribir mi propia biografía son los de los textos de Dámaris Rolón, Rodolfo Walsh e Inti Caporale Leal-Marchena.
La introducción da pie también a una imagen del autor que es cauto o inseguro de sí mismo, y su autobiografía muestra que es un hombre que pasó por muchas experiencias. Ansioso de madurar (“No era por ideología, era para seguir un curso rápido de crecimiento“), y problemas de convivencia tanto como con los dueños de la pensión como con los pensionados.
El tema que subyace en el texto es la madurez que se adquiere en el transcurso de la vida a través de la experiencia y del conflicto con los otros.
Me llamaron la atención diversos recursos que parecen tener como objetivo un registro más informal, y tratar de establecer un vínculo con el lector. Ejemplos son “De todas maneras, aquí van algunas cosas” que utiliza para empezar a contar sobre su vida, y el párrafo “Creo que los que más me lo decían (...) el mismísimo Casanova” que lo expresa con sarcasmo.
Osvaldo Soriano
Siguiendo a Juan Carlos Grolier, este texto se distancia de las características canónicas del género en que rompe con esa continuidad y coherencia, y de un solo golpe en este caso (al principio) describe y pone énfasis en cosas que parecen ser irrelevantes. Sin embargo, lo irrelevante pasa a ser relevante, es lo que hace a la autobiografìa, saliendo de lo canónico. Con irrelevantes se puede sobre todo describir a todas las descripciones relacionadas con gatos que hay en el texto, y cómo va uniendo una situación con otra. A su vez, tomando el concepto de Sylvia Molloy, se está contando sobre la misma persona sin necesidad de estar realmente contando sucesos, sino empleando el lenguaje de una forma particular.
Se construye una imagen del autor amante de los gatos y de la literatura. El se siente como un gato (“soy uno de ellos, perezoso y distante”) y hasta podría decirse que siente una unidad con ellos (“Hace cinco meses que ella y yo hemos parado de fumar. Juntos sufrimos la abstinencia.“)
El eje estructural claramente son los gatos.
Hebe Uhart
Este texto responde a las características canónicas del género.
Se presenta a la imagen de la autora como una persona adulta sociable, de pocas convicciones firmes más que la necesidad de tratar bien a la gente. Rechaza las ideas apocalípticas y se la ve a su vez como una persona temerosa ya que se queda siempre en lo conocido y en lo seguro. Esto se manifiesta tanto cuando dice “he leído siempre mucho todo lo que me gusta o pienso que me va a gustar: en ese sentido soy muy prejuiciosa”, con el miedo a volar, o con el premio que necesita darse al ir a hacer alguna gestión administrativa.
Creo que lo que estructura el relato son sus creencias y convicciones, sus temores y prejuicios.
Sylvia Molloy
Este texto sigue las características canónicas del género.
Se construye una imagen de la autora melancólica, fantaseando siempre con Buenos Aires, donde vivió en su juventud, y recordando sus vivencias y a su padre. Probablemente un poco deprimida, tanto por la muerte de su madre como por su edad y la preocupación que le genera la muerte. En su momento fue una persona hosca, triste y curiosa. Sin embargo, por como relata su autobiografía, podría decirse que sigue siéndolo. A su vez se la presenta como una persona insegura: “¿de qué hablaban, en realidad, mi madre y mi tía?“. La escritura, y sobre todo las autobiografías, pareciese ser su forma de descargo (“Estaba destinado (...) el recuerdo de mi padre.”).
Aquello que creo que estructura el relato es la temática melancólica.
Vlady Kociancich
Este relato sigue las características canónicas del género.
A partir de este texto se construye una imagen de la autora marcada por su familia, sus orígenes y sus historias. Parece haber sido criada sobre todo por su abuela materna, quien la inició en la escritura y la lectura. Se la muestra también como una persona con confianza en sí misma y eso ayudó a que llegara a hacer lo que quiso siempre, llenándose así de alegría.
Los ejes que estructuran el relato creo que son tanto sus familias antagónicas, como su proceso en la escritura.
Lo que más me llamó la atención de este relato es la tranquilidad con la que cuenta sucesos fuertes, y sobre todo cómo no explicita los motivos de cada uno de esos eventos.
Ricardo Piglia
Este relato se distancia de las características canónicas del género ya que pasa de una continuidad coherente a una realidad incoherente, inverosímil a partir de un “quiebre”. Este quiebre se da cuando descubre en el ropero del cuarto de Buenos Aires las cartas en respuesta a la primera que encontró.
El relato da la imagen de un autor que por un lado es curioso (por inspeccionar los cuartos de hoteles) y explorador (le entusiasma vivir experiencias y conocer gente nueva). Por otro lado, en cuanto a su forma de narrar, podemos describirlo también como una persona rupturista ya que no respeta el canon del género, y se describe implícitamente de una forma más ficcional.
Aquello que estructura el relato es la doble vida entre Buenos Aires y La Plata.
Repito que el recurso de la ficcionalización dentro de su autobiografía me resulta sumamente interesante.
Rodolfo Walsh
Este relato no sale de las características canónicas del género.
Se crea una imagen del autor como una persona abierta al cambio (“hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces.”), con una mirada crítica (“Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso”), e inseguro y autocrítico con sus textos (“Me callé durante cuatro años más, porque no me consideraba a la altura de nadie.“).
El texto está estructurado cronológicamente y toca temas constantemente como sus actividades y pensamientos.
El recurso que más me llamó la atención es la cercanía que intenta generar con el lector en su modo de expresión y algunas dosis de humor ( “ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba que no me serviría, por ejemplo, para ser presidente de la República.”).
Dámaris Rolón
Este relato se distancia de las características canónicas del género ya que se genera una disrupción al dividirla en capítulos, contando situaciones diferentes y con destinatarios distintos.
La imagen que se construye de la autora es una persona joven, estudiante secundaria probablemente, madura para su edad (“los roles se invirtieron y por un rato tú fuiste niña de nuevo y yo fui adulta.“), cuyos vínculos familiares son fuertes y les tiene aprecio (“Te miré durante las dos horas que duró el proceso.“ diciéndoselo a su abuelo enfermo), y compañera (“Son tres (...) es un hermoso varón”).
Aquello que estructura el relato es la vida familiar y tal vez amistosa/de pareja (no se llega a explicitar el vínculo con la madre del ahijado). Algo que se puede llegar a analizar es la importancia que le da en esta autobiografía a la vida y la muerte, marcado tanto como con su ahijado como con su abuelo. Acompañando este tema, se sostiene como eje los sentimientos de miedo, angustia, tristeza y empatía.
Más allá de los recursos disruptivos que mencioné anteriormente, me gustó y llamó también la atención la forma en que articuló esos capítulos, uniéndolos en trama y generando que el/la lector/a vaya construyendo de a poco la situación.
Inti Caporale Leal-Marchena
Este relato no se distancia de las características canónicas del género.
A partir del texto se construye una imagen de la autora inteligente (“Me acuerdo de mi hermana, Marina, (...) le pedía tarea extra a la señorita”), de hacer las cosas en grupo y sobre todo con la familia (“Siempre entre todos, porque acá siempre fue así”), sociable y familiera (“domingo como hoy, jugando a las basas en familia o tomando una cerveza y jugando al truco con amigos de siempre y de ahora”). A su vez por lo menos en algún momento fue de estandarizar las cosas (“alguien le pintó la manguera a lunares, me ofendí muchísimo, en ese momento las mangueras de los bomberos eran rojas“).
El eje que estructura el texto claramente es la mesa, y los temas que lo rodean son tanto de índole familiar como social.
El recurso que más me gustó y llamó mi atención fue la repetición de la descripción de la mesa al finalizar el texto, al igual que lo hizo al comenzar el texto.
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Me gustaron todos los textos pero la autobiografía que me resultó más atractiva fue la de Ricardo Piglia ya que me generó sorpresa la parte “ficcional” y casualmente me resulta interesante que no se describa de la forma más tradicional, sino que lo haga desde su propia forma de escribir.
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Los recursos que tomaría prestados para escribir mi propia biografía son los de los textos de Dámaris Rolón, Rodolfo Walsh e Inti Caporale Leal-Marchena.
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